Nueva Orleans, Filadelfia, Washington, Roma… pero también Madrid o Barcelona. Estas ciudades son algunos de los destinos de los colaboradores y colaboradoras del ECYD durante este verano.
De Sevilla han salido seis chicos y tres chicas de secundaria y bachillerato, y de Madrid un chico, a diferentes lugares del mundo para colaborar en la evangelización durante un mes de verano. España también ha recibido colaboradores y colaboradoras del ECYD, en concreto 11 chicas y seis chicos, principalmente mexicanos y colombianos.
Hemos hablado con Leticia y Lola, dos sevillanas cuyo destino ha sido Atlanta, en Estados Unidos (la tercera, María Teresa, en la imagen principal, ha sido colaboradora en Roma). Nos cuentan que se decidieron a ser colaboradoras por la misma razón: «porque siempre tuvimos presente el ejemplo de nuestras responsables del ECYD».
Llamadas a la misión
Es significativo que chicos y chicas tan jóvenes se comprometan a la misión, pero ellas lo tienen claro: “Es importante hacer apostolado porque hay que fomentar la fe en la juventud”. De hecho, nos cuentan que, como colaboradoras del ECYD, “sentimos la llamada a querer ayudar a las personas a través de esta misión”.
En el caso concreto de Leticia y Lola, durante este tiempo de misión en Atlanta, han estado colaborando en campamentos de verano, misiones, en un Congreso Eucarístico y también han aportado su granito de arena en numerosos apostolados que tiene el Regnum Christi en esta ciudad americana. Durante su verano como colaboradoras, Leticia, Lola, María Teresa y las demás colaboradoras ECYD, han vivido en las comunidades de las consagradas y han trabajado en equipo junto con ellas, compartiendo en el día a día la misión de hacer presente el Reino. Del Regnum Christi, nos cuentan que les enamoró “el poder tener una mejor relación con Cristo y poder conocerle a través de las personas que forman parte de él”.
Adriana Álvarez, consagrada del Regnum Christi, también comenta su experiencia después de las actividades de verano en Atlanta: “Como consagrada es siempre un regalo acompañar a las colaboradoras en este mes tan importante de sus vidas. Me encanta ver cómo llegan con el corazón encendido por el amor de Dios y con deseos de llevar su amor a todas partes, y cómo terminan con una experiencia más real y profunda del amor de Dios, con encuentros que marcan y cambian sus vidas.”
Este artículo fue publicado originalmente por Regnum Christi España.