Elvira Hernández soñaba con ser esposa, madre, y arquitecta. Sin embargo, Jesucristo se cruzó en su camino invitándola a vivir su esponsalidad y maternidad de modo espiritual y a ser arquitecta de almas, acompañando mujeres a formar familias auténticamente cristianas. «Acepté el reto y el Señor me ha sorprendido mucho, permitiéndome experimentar una gran fecundidad que me da plenitud en este camino», comenta.
Se adentró en el campo de la pastoral familiar a partir de su trabajo con matrimonios jóvenes en dos preescolares de Puebla (México). Allí, palpó la necesidad que tienen de ser acompañados para educar a sus hijos y vislumbró con claridad la trascendencia de construir sobre cimientos sólidos en esta etapa de la familia.
Elvira señala que, de niña, cuando rezaba el rosario en familia, siempre oraban por la unidad familiar. «Esta intención resonó tanto en mi interior que hoy en día, estoy firmemente convencida de las palabras de san Juan Pablo II: “La familia es el sueño de Dios para la humanidad”. Creo que la sociedad será lo que sean el matrimonio y la familia. Matrimonios fuertes, darán lugar a familias y sociedades fuertes».
Esta inquietud, la ha llevado a especializarse en el ámbito de la promoción matrimonial y familiar. Desde hace siete años realiza su misión en Venezuela, principalmente con familias jóvenes de los colegios del Regnum Christi. A través de la cercanía y la amistad ha podido tocar sus necesidades, invitarles a participar en proyectos apostólicos, en cursos formativos sobre el matrimonio, la educación de los hijos y el conocimiento de la fe, y brindarles acompañamiento personal.
«Me maravillo cada vez que una persona me abre su corazón, sus retos familiares, sus heridas, sus sueños, sus luchas por ser y llevar su familia a Dios, Experimento que estoy pisando terreno sagrado y que tengo la responsabilidad de acompañarlos en su formación integral y en su transformación evangélica para así alcanzar su plenitud vocacional y como apóstoles».
Elvira Hernández Nuño, consagrada del Regnum Christi, mexicana, proviene de una familia de ocho hermanos, tres de ellos consagrados. Es licenciada en Educación y Desarrollo, por la universidad Anáhuac, y en Ciencias Religiosas, por el Ateneo Regina Apostolorum. Actualmente estudia un máster en Matrimonio y Familia. Durante los últimos trece años, ha desarrollado su labor apostólica en la pastoral familiar en México, Italia y, actualmente, Venezuela, como directora de la sección de señoras del Regnum Chirsti de Caracas.