En esta ocasión, se contó con la presencia de 45 personas entre miembros de la secciones de jóvenes y señoras del Regnum Christi de Caracas, así como con miembros del Regnum Christi de Barquisimeto. Además, tres miembros laicos del Regnum Christi de Colombia viajaron para apoyar con el retiro.

Por su parte, Emiliana Álvarez, expresó: “Mi objetivo era tener un momento para mí y obtener herramientas para construir mi mejor versión. Ahora puedo decir que me llevo una caja llena de ayuda para este camino. Aprendí que no somos lo que hacemos, sino el amor con el que vivimos. Sanar es un proceso complejo y doloroso, pero reconocer nuestras heridas nos fortalece y nos acerca a Jesús. Sanar es un encuentro continuo con el amor de Dios, perdonar y saber pedir perdón. Aunque el trabajo interno es abrumador, encontrar paz en el sufrimiento de Jesús me da fuerza. Estoy lista para reconocer, relatar, recibir y responder”.

Aprendí que no somos lo que hacemos, sino el amor con el que vivimos.

Ricardo Armas, de la sección de jóvenes de Caracas, compartió: «ID fue un retiro único y profundamente enriquecedor, con momentos de intensa oración y gran paz. Fueron unos días para fortalecer nuestra fe y avivar el deseo de vivir el carisma del Regnum Christi.»