La sección de jóvenes del Regnum Christi en Almagro, España, ha puesto en marcha este año una iniciativa que consiste en encuentros con laicos adultos de otras secciones, a quienes llaman padrinos. Esta propuesta nació con el objetivo de profundizar en el conocimiento del carisma y fortalecer los lazos de unidad. Gracias a ello, se ha creado un espacio de intercambio intergeneracional en el que compartir experiencias de vida se ha convertido en un elemento esencial de formación.
“Los jóvenes necesitan el acompañamiento de los adultos”, comenta Tere Rodríguez, consagrada responsable de la sección. Según explica, estos encuentros les han ayudado a descubrir que su compromiso con el Regnum Christi va mucho más allá de participar en actividades o ir a Almagro: es una vivencia que impregna todas las áreas de su vida y que puede orientar sus decisiones más importantes. Tere subraya también que es fundamental que los jóvenes encuentren referentes entre los adultos y que esta experiencia contribuye a que el Regnum Christi se perciba no como compartimentos separados, sino como una única familia con distintas realidades pastorales.
La idea de incorporar a los padrinos surgió tras dialogar con el Consejo de la Sección y constatar que muchos equipos no contaban con una formación sólida sobre el carisma propio del Regnum Christi y que existía una cierta distancia con las secciones de adultos. A raíz de esto, pensaron en invitar a los adultos a compartir su recorrido y su testimonio. De este modo, los jóvenes podrían enriquecerse con su ejemplo y conocer más profundamente la espiritualidad del movimiento.
En la práctica, los padrinos han tenido una o dos reuniones con los equipos, según la disponibilidad de ambos, en las que compartieron su vivencia del carisma de forma cercana y testimonial.
Este acompañamiento ha dado frutos muy positivos. Los jóvenes, que en ocasiones solo veían a las familias del Regnum Christi en celebraciones como la de Cristo Rey, han podido conocer de cerca cómo viven su fe estos adultos y sentirse identificados con ellos. Esto ha despertado nuevas inquietudes, como el deseo de ser colaboradores, y les ha ayudado a entender que su participación en el movimiento puede transformarse en una vocación que abarque toda su existencia.
Con algunos padrinos se ha creado un vínculo muy profundo. Incluso hay jóvenes que después de los encuentros han querido conversar sobre temas personales o pedir orientación. Esta cercanía ha reforzado la conciencia de que los adultos son un apoyo necesario y una inspiración para los jóvenes, ya que pueden acompañarlos, servir como referentes, dirigir grupos o acoger a quienes se encuentran en la transición hacia la sección de adultos.
Fuente: Regnum Christi España.