EXPERIENCIA ECLESIAL: FUNERAL Y CONDOLENCIAS POR LA MUERTE DEL PAPA FRANCISCO EN JERUSALÉN
Categories: Tierra Santa

Experiencia Eclesial: Funeral y Condolencias por la muerte del Papa Francisco en Jerusalén

Por Cécile Martin-Houlgatte

Cuando tienes la gracia de vivir en Tierra Santa no dejas de sorprenderte al ver que todo lo que tiene que ver con la fe y la Iglesia cobra un sentido sumamente profundo y vivaz, especialmente los eventos eclesiales. ¡Estamos en la Iglesia Madre”!

Nuestra comunidad suele aprovechar los primeros días de Pascua para tener un tiempo de convivencia y descanso. Este año teníamos previsto pasarlos en la hospedería del Monasterio Stella Maris, en el Monte Carmelo. Cuando en la mañana del lunes de Pascua supimos que el Papa Francisco había fallecido, sentimos un llamado a cancelar lo previsto para quedarnos en Jerusalén, unidas como familia eclesial en el duelo y alegría de la resurrección cristiana. En este momento, empezamos a vivir una experiencia cristiana en Tierra Santa inolvidable. ¿Qué pasó?

Misa funeral por el alma del Papa Francisco en el Santo Sepulcro:
Delante de la tumba de Cristo, un retrato del Papa Francisco. Nuestro Patriarca, el Cardenal Pizzaballa, preside la misa. Muchos sacerdotes concelebrantes están presentes. Pastores de las distintas confesiones cristianas, diplomáticos, fieles, periodistas de diferentes medios informativos. Todos unidos elevando juntos oraciones de gratitud al Papa Francisco y encomendando su alma. Y esto sucedió en la octava de Pascua, en el lugar mismo de la Resurrección. Un momento de profunda comunión, donde el misterio de la muerte y de la vida eterna toman una luz y una potencia inexpresables.

Condolencias:
Después de esta Misa, como comunidad de creyentes, caminamos por las callejuelas de la Jerusalén cristiana hasta llegar a la sede del Patriarcado. Allí, el Patriarca recibe las condolencias de cada persona y comunidad presente. Tuvimos la oportunidad de escribir un mensaje y firmar en el libro de condolencias, que después sería enviado a la Santa Sede. En otro momento pudimos ir a la Nunciatura y expresar nuestro pésame al Nuncio como es costumbre en estas ocasiones.

Envío” de nuestro Patriarca al Cónclave:
Al terminar el momento de condolencias, alguien nos dice que tenemos la oportunidad de rezar con el Patriarca antes de que salga al aeropuerto para el Cónclave. Él dirige la breve oración en la capilla del Patriarcado y nos anima a la unidad y a la confianza en la acción del Espíritu Santo. Ahí, congregadas unas cincuenta personas, finalizamos con el canto del Regina Caeli. Iba a ser su primer Cónclave, y no faltó alguien que gritase “¡Viva el Papa!” provocando la risa generalizada.

El duelo cristiano por el Vicario de Cristo en Tierra Santa me conmovió mucho, ante todo, por cómo se desarrolló: nunca hubiera imaginado vivir la misa funeral y las condolencias por nuestro buen pastor el Papa Francisco en el lugar de la Resurrección de Cristo. También por los sentimientos que despertaron: tanto en mí como en la comunidad cristiana que vivió este día, me conmovió ver cómo íbamos evolucionando en el proceso de lo que es vivir un duelo: desde la gravedad y tristeza del inicio de la misa funeral, pasando por la paz y alegría de la resurrección, hasta el gozo de la esperanza en un Dios que cuida y ama a su Iglesia, velando por ella con un nuevo Papa.