El pasado 10 y 11 de septiembre llegaron las 82 alumnas de la academia para empezar la maravillosa aventura de su año en Suiza. El grupo se divide en 17 alumnas de 8º grado, 21 de 9º grado, 16 de 10º grado y 28 de 11º grado. Es muy buen número de alumnado que está ocupando el 85% de la capacidad de la academia, tomando en cuenta la época y las adaptaciones por el tema Covid.
El primer fin de semana fue un tiempo para conocer la Academia: las consagradas, colaboradoras y prefectas, explorar sus instalaciones; así como un tiempo para desempacar, descansar del viaje, medirse el uniforme y conocer a las que serán sus compañeras durante el año.
El lunes empezaron con la semana de introducción con periodos dedicados a conocer los reglamentos de la Academia, los distintos sistemas organizativos y administrativos. También hubo bloques dedicados a conocer la cultura suiza, los medios de transporte y en especial el tren, ya que lo usarán mucho en este año.
En la parte académica, se tuvieron momentos para conocer el programa del año, acompañado de un bloque del curso de “aprender a aprender” impartido por el Director de Estudios, Iván Medina. También tuvieron exámenes de nivel de francés y matemáticas, para de este modo impartir clases de apoyo a quienes lo requieran. Además, hubo al menos tres o cuatro bloques de clases académicas para ir empezando con las diferentes asignaturas.
El martes se tuvo una presentación de las clínicas deportivas y artísticas que tendrán en el curso. Las alumnas pudieron elegir entre distintas opciones como: spinning, equitación, tennis, futbol, alpinismo, zumba, kickboxing, costura y pintura. Las niñas de Junior High School tienen la clase de cocina la Academia Cordon Bleu de París como parte de las clínicas. Pueden elegirse tres opciones para las dos clínicas semanales, cambiando cada trimestre.
El jueves tuvieron la introducción al curso de Savoir Vivre (el arte de saber vivir), en donde se les compartió el temario, los distintos bloques, sus objetivos, el programa de las mentorías, y el programa de “vestirse de acuerdo a una ocasión especial” dos veces al mes, con el fin de enseñarles a vestirse de acuerdo a distintas ocasiones. Por la noche se tuvo la primera Adoración Eucarística opcional para las niñas que querían participar. Esto es algo que cada sección ofrece al menos 2 veces al mes, para que las niñas se vayan acercando a la Eucaristía y a la oración de distintas maneras, cada una según su realidad y nivel.
Cada tarde hubo actividades de descanso y de integración entre las niñas, para que se vayan conociendo; y cada noche, las niñas hicieron presentaciones de sus familias por secciones, para favorecer la integración entre ellas.
Durante esa semana y la siguiente se tuvieron comidas y cenas por grupos con la comunidad de consagradas, para que pudieran conocerse entre todas, incluyendo a las que no trabajan directamente en su sección.
El viernes, al terminar las clases, se tuvo la “Soirée de Bienvenue” que inició con la ceremonia de entrega de uniformes, seguida por una Misa para empezar juntas poniendo en manos de Dios y la Virgen el año escolar, y terminaron con una cena Suiza con fondue. Durante la cena, animada por los instrumentos tradicionales suizos “Corp des Alpes”, algunas niñas compartieron sus testimonios sobre sus expectativas del año.
Mira en este enlace un video que resume la primera semana.
En grandes rasgos, la academia Le Châtelard busca ofrecer a sus alumnas una formación que sea punto de encuentro entre la tradición y la innovación, buscando reunir elementos tradicionales de la formación académica, espiritual y humana, uniéndolos a la elementos innovadores para preparar a sus alumnas para el mañana.
La misión de la academia es la de acompañar y guiar a cada alumna en su formación integral, brindándole oportunidades para crecer como persona, aprender el arte de vivir y practicar la belleza de la vida cristiana. De aquí se desprende el objetivo principal y lema del colegio: que sean la mejor versión de ellas mismas. Además hay otros objetivos más específicos, como el de aprender el francés y la cocina, conocer las distintas ciudades y lugares de Suiza, viajar por el mundo conociendo otras culturas y realidades, disfrutar de una temporada de esquí en los alpes suizos, etc… además de proponer un camino de formación humana por medio de las clases de “Savoir Vivre” y el “programa de mentorías”, y un camino de evangelización donde se vive y transmite nuestro carisma por medio de las distintas actividades que se proponen durante todo el año y que se refuerzan con las peregrinaciones a Tierra Santa y a Lourdes.