Carta a los miembros del RC
Prot. DG CRC 0189/2020
Clas. II.5.2
Roma, 7 de marzo de 2020
A los legionarios de Cristo,
Laicos consagrados y laicos del Regnum Christi
Muy queridos miembros del Regnum Christi,
Con mucha gratitud a Dios hemos terminado nuestra Asamblea general ordinaria. Deseamos compartir con ustedes las experiencias vividas, las gracias recibidas y la constatación de la presencia y acción del Espíritu Santo en estas semanas de oración, reflexión y discernimiento.
Queremos darles las gracias a todos ustedes, miembros laicos del Regnum Christi, laicos consagrados y Legionarios de Cristo, que nos han acompañado y sostenido con su oración, de manera especial durante este tiempo.
La segunda Asamblea general ordinaria de las Consagradas del Regnum Christi, primera habiendo sido erigidas como Sociedad de Vida Apostólica, ha tenido lugar del 18 de enero al 6 de marzo de 2020, en Roma. Han participado cuarenta y cinco delegadas de nueve nacionalidades, representantes de los nueve territorios, de la Dirección General y de sus delegaciones, y dos representantes de las consagradas de votos temporales.
Uno de los fines de esta Asamblea fue la elección del nuevo del gobierno general. El día 11 de febrero, en el que celebramos la festividad de la Virgen de Lourdes, realizamos la elección. Nancy Nohrden fue elegida como directora general y Elena Bartolomé como primera consejera y vicaria general. Además, fueron elegidas otras cuatro consejeras generales: Eugenia Álvarez, África Pemán, Viviana Limón y Jacinta Curran.
Como Asamblea queremos expresar nuestra profunda gratitud, en primer lugar, hacia el Santo Padre por velar por el Regnum Christi y, concretamente, por el mensaje que nos ha dirigido a la Asamblea de las Consagradas y de los Laicos Consagrados, y al Capítulo de la Legión. Es un mensaje de gran riqueza en el que el Papa nos ofrece su lectura de los pasos realizados hasta el momento en nuestro camino de renovación, así como luces y pautas para los siguientes, pues el camino continúa. Agradecemos también al P. Gianfranco Ghirlanda, s.j., que, por encargo del Papa nos ha acompañado de manera comprometida y muy valiosa durante este periodo.
Agradecemos de manera especial a Gloria Rodríguez que, junto con sus consejeras, la ecónoma general y demás miembros del equipo, tan sabiamente nos ha dirigido durante el sexenio que acaba de terminar. Así mismo, queremos agradecer a Jorge López y al P. Eduardo Robles Gil, L.C. y sus consejeros, quienes también han terminado su periodo de servicio y dedicación en el gobierno de sus respectivas ramas (instituciones federadas).
Una característica especial que ha marcado la vivencia de los trabajos de la Asamblea ha sido la actitud de discernimiento. Esto nos ha permitido disponernos a la escucha y expresarnos con libertad, en un clima de confianza, compromiso y madurez. De este modo, abordamos los asuntos previstos para esta Asamblea: revisar y aprobar modificaciones a las Constituciones y al Reglamento de vida; profundizar en la misión de las consagradas y en los diversos temas que se derivan de ésta; discernir y definir la proyección de la Sociedad; aprobar la propuesta sobre el patrimonio y la gobernabilidad de las obras en relación con las otras instituciones federadas; discutir y proponer un camino para la sostenibilidad de la rama; definir los siguientes pasos para continuar el discernimiento sobre la vivencia del voto pobreza; dar un horizonte y principios de discernimiento sobre la relación con nuestras familias, concretamente sobre el modo de atender a nuestros padres ancianos y enfermos.
Desde el inicio de la Asamblea, ha resonado con mucha fuerza el deseo de comprender, vivir y desplegar nuestra misión según la lógica del Reino. Ratificamos que la misión de las consagradas, como la del Regnum Christi, es hacer presente el misterio de Cristo, quien sale al encuentro de las personas en las realidades concretas de su vida, les revela el amor de su Corazón, las reúne y forma como apóstoles, líderes cristianos; las envía y acompaña para que colaboren en la evangelización de los hombres y de la sociedad. Queremos comprometernos activamente en el servicio de la misión evangelizadora del Regnum Christi junto con todas las vocaciones que lo componen como familia espiritual y cuerpo apostólico. De modo especial, nos sentimos llamadas a renovar nuestro compromiso con los laicos: queremos caminar y profundizar junto con ustedes la riqueza de la vocación laical.
Hubo una gran consonancia en reconocer que nuestra identidad integra de modo indivisible la consagración, el estado laical y el carisma del Regnum Christi. Estos elementos imprimen un estilo de vida y un modo de estar presentes y relacionarnos con el mundo. Resuena en nosotros la carta con la que Gloria nos convocó a la Asamblea, que concluía transcribiendo unas palabras de la homilía de Mons. Rodríguez Carballo en la misa de erección canónica de nuestra Sociedad: “Se nos pide apertura al mundo. No somos consagrados para nosotros mismos, somos consagrados para construir el Reino de Dios aquí y ahora para que todos tengan vida y vida en abundancia. Y todo esto con gran sentido de pertenencia”.
La formación, en sus diversas dimensiones y etapas, es un tema transversal, al que debemos dar importancia en los siguientes años, para seguir avanzando en el despliegue y desarrollo de nuestra vocación y misión según el carisma. Creemos importante contar con una sólida base filosófica y antropológica que nos permita tener una cosmovisión renovada desde la cual proyectar nuestra misión evangelizadora. Al mismo tiempo, vemos necesario profundizar en áreas como la eclesiología de comunión, teología del bautismo y la especificidad de la vocación laical en la Iglesia.
Durante la Asamblea vimos necesario abordar algunos temas adicionales a los previstos y para ellos se constituyeron comisiones: abusos sexuales; ejercicio de la autoridad en la Sociedad; un pronunciamiento institucional sobre el Fundador; la cultura institucional; y la posibilidad de reabrir el discernimiento de las consagradas con inquietudes de vida contemplativa. Se formaron también comisiones para la sostenibilidad y para la reconciliación con personas que han dejado la vida consagrada en el Regnum Christi.
La Asamblea ha tenido lugar en un contexto eclesial e institucional en el que el tema de los abusos de poder, de conciencia y sexuales nos golpea, sacude e interpela. Al abordar esta realidad, se nos impone un camino de profunda conversión y de toma de acciones valientes para prevenir, denunciar, sanar y reparar el mal causado. Reiteramos nuestro deseo y petición de abordar unidos, como familia carismática, nuestra historia y nuestro presente, revisando nuestra cultura institucional; hacerlo con justicia, transparencia y verdad, y mirar al futuro con paz, responsabilidad y esperanza ante la preciosa misión que el Señor nos encomienda.
En este último tiempo hemos ido comprendiendo la naturaleza y alcance de nuestra identidad como Sociedad de vida apostólica, que se traduce en una autonomía de vida, de gobierno y también económica. Ésta última implica, entre otras cosas, trazar un plan de sostenibilidad que permita nuestro crecimiento y permanencia en el tiempo, partiendo de un conocimiento de la situación global de la Sociedad. Vemos con optimismo la implementación de la Federación y los pasos que los colegios directivos tienen que dar en los siguientes años. Identificamos también nuestro papel en el gobierno, dirección y gestión de las obras de apostolado del Regnum Christi.
En continuidad con la frase de la Escritura “Infundiré mi espíritu en vosotros y viviréis” (Ez. 37, 14), que nos ha acompañado a lo largo de nuestro jubileo, ha resonado fuertemente en nosotras el llamado a ser consagradas vivas que dan vida, en comunidades vivas y en un Regnum Christi vivo que da vida “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 10,10). Nos sentimos llamadas a vivir con creciente madurez y libertad interior para servir al Señor y a nuestros hermanos; a renovar nuestro compromiso en el desarrollo de la misión del Regnum Christi, poniendo a su servicio los dones y talentos de cada una. Buscamos ser mujeres atentas a los signos de los tiempos con un espíritu de discernimiento. Queremos encontrarnos con el hombre de hoy y responder a sus necesidades, tocando la realidad de sus vidas, ofreciendo un aporte evangelizador en y desde el Regnum Christi, buscando la comunión entre todas las vocaciones y comprometiéndonos con la misión común.
Queremos responder a esta experiencia como María y renovar nuestro “Fiat”: “¡Hágase en mi según tu palabra!” y proclamar a una sola voz, “¡Cristo Rey nuestro, venga tu Reino!”.
En nombre de las delegadas de la Asamblea general ordinaria,
Nancy Nohrden
Presidenta de la Asamblea General