Vivimos la espiritualidad del Regnum Christi de acuerdo a nuestra propia vocación.”
La experiencia del amor personal, real, apasionado y fiel de Cristo da plenitud a nuestra vida. Fijamos nuestra mirada en el Corazón de Cristo Rey, que vino a establecer su Reino y revelarnos su amor misericordioso. Dejamos que el amor de Cristo nos penetre para que pueda configurarnos con sus sentimientos y así nos asociemos como madres espirituales en su obra redentora.
Nuestra vida está animada por un espíritu contemplativo que se alimenta de la oración ante Cristo en la Cruz, en la Eucaristía y de la Palabra.
El Espíritu Santo que guía nuestra experiencia de oración, nos impulsa para entregarnos ardientemente en la misión evangelizadora porque, como le sucedió a San Pablo, el amor de Cristo nos apremia (cf. 2Cor 5, 14).
María es nuestra madre, amiga y compañera de camino hacia la unión íntima con Dios. Es nuestro modelo de castidad, de amor esponsal y de maternidad espiritual. María nos enseña a acoger la acción de Dios en nosotros y a dejarnos transformar por Cristo.
Los cinco amores del Movimiento Regnum Christi sintetizan nuestra espiritualidad: amor a Cristo, amor a María, amor por todos los hombres, amor a la Iglesia y al Papa, y amor a nuestra vocación en el Regnum Christi.
