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Bendición del nuevo Centro de Formación Siete Cerros

Las consagradas del Centro de Formación de Madrid recibimos a Don Jesús Vidal Chamorro, Obispo auxiliar de Madrid, para la bendición de nuestra nueva casa de Siete Cerros el día 3 de mayo.

Se tuvo una misa en la que concelebró el P. Octavio Ortiz de Montellano, LC, capellán de la comunidad, a la que asistieron también varias consagradas de las diferentes comunidades presentes en Madrid, además de algunos miembros del Regnum Christi.

Al terminar la misa, Don Jesús y el P. Octavio recorrieron la casa bendiciendo con el agua todos los espacios, mientras se entonaban cantos de alabanza acompañando la procesión.

Una de las consagradas del Centro de Formación comentó: “Esta bendición de los lugares concretos me conmovió profundamente: Jesús hizo muy tangible su deseo de habitar en los espacios de nuestros días ordinarios, llenando todas las realidades de nuestra vida con la suya”.

Como comunidad, vivimos esta misa muy conscientes de este momento histórico: Aquí esataba nuestra pequeña aportación construyendo esta Sociedad de Vida Apostólica como Consagradas del Regnum Christi.

En estas semanas hemos podido reflexionar y compartir sobre el espíritu que queremos vivir en este Centro de Formación. Esta casa es un gran regalo y un bien para nuestra familia de Regnum Christi y la Iglesia. Queremos que este centro sea un lugar de acogida y encuentro: encuentro intencional entre hermanas, encuentro entre miembros de la familia espiritual, y encuentro con Jesús. Estamos muy agradecidas al tener el espacio para que puedan darse estos encuentros. Deseamos que esta casa sea como la de Betania, en donde Jesús pueda descansar y se reúnan los hermanos para convivir y ser formados.

La bendición de la casa se tuvo el 3 de mayo, fiesta de los apóstoles Santiago y Felipe, y nos hemos encomendado a su intercesión, pidiendo que nos acompañen y nos ayuden a forjar un corazón de apóstol a lo largo de estos años de formación.

Toda la jornada fue una verdadera celebración de esta casa, que ha sido construida y llevada a cabo entre todas. El gesto de recibir en este día a nuestras hermanas, fue también una expresión de gratitud por toda la colaboración y apoyo que hemos recibido durante el tiempo de la mudanza.

“¡Tantas hermanas que vinieron a limpiar, mover muebles, y llevarnos comida! Esta mudanza y la fundación de la casa ha sido para mí una experiencia muy concreta de la familia a la que ahora pertenezco como consagrada. Gracias por el apoyo de tantas hermanas que están comprometidas en crear juntas este lugar donde vivir nuestros votos y profundizar en la propia vocación.”

Como rezamos en las oraciones de los fieles de la misa: Señor, aquí estamos reunidos por amor a ti, mora entre nosotros para que podamos conocerte más, amarte y servirte mejor. Te ofrecemos esta casa preparada para ti, para que puedas reclinar tu cabeza y descansar como en Betania.