Durante el fin de semana del 23 al 25 de septiembre de 2022, ciento cincuenta miembros del Regnum Christi de todo el Territorio de Norteamérica asistieron al Seminario de Mundelein, en las afueras de Chicago para pensar cómo podemos vivir más plenamente, dirigir, discernir y colaborar a través del prisma de nuestro carisma. Reconociendo la urgencia permanente de nuestra misión evangelizadora y la necesidad de adaptarnos al “hoy” de las localidades, los participantes vinimos con nuestra mente y corazón abiertos, listos para poner en práctica el nuevo enfoque de colaboración que se nos dio a través de los Estatutos de la Federación Regnum Christi aprobados por la Iglesia el 31 de mayo de 2019.
Reconociendo que la clave de nuestra colaboración es comprender en profundidad nuestro carisma, la expositora principal Maria Knuth, consagrada de Regnum Christi, nos recordó que nuestro carisma no es solo un regalo de Dios dado para este tiempo particular de la historia, sino también reflejo de un aspecto particular de Cristo. Para nosotros, el misterio de Cristo, que irradia la familia Regnum Christi, es el misterio de Jesús como Apóstol preeminente del Reino. “Como el Padre me ha enviado, así os envío” (Juan 20:21). el llamado que nos distingue es hacer presente este aspecto de Cristo, que de muchas maneras permeó todo Su ministerio público. María advirtió que el carisma no debe ser entendido como un método, modelo, técnica, eslogan o proyecto. Más bien, debemos entenderlo como una gracia, un punto de acceso a la propia vida de Dios. De manera muy conmovedora, Maria nos recordó que cada miembro de Regnum Christi posee este carisma y que se expresa de manera única en cada uno, según sus dones y talentos. Esto significa que no todos tenemos que trabajar exactamente de la misma manera, sino que tenemos que ser capaces de comprendernos cuando vemos este misterio reflejado en los demás.
Ahora, más que nunca, meditando en el misterio de Cristo como Apóstol que sale al encuentro de las personas para revelarles el amor de su corazón, debemos ver y reconocer que este carisma colectivo nos es dado a todos. Éste es el prisma a través de la cual podemos vernos y comprender mejor nuestra misión. Sabemos que somos apóstoles, ya sea que nos veamos como “misioneros suburbanos” o simplemente como aquellos que están llamados a hacer presente el Reino de Cristo en el mundo. Esta perspectiva fue la clave de lectura de los talleres y conferencias.
Seis talleres dieron a cada puesto de liderazgo (p.e. directores, directores de sección y capellanes) la oportunidad de reunirse para discutir los puntos destacados y los desafíos de vivir esa misión, además de ver cómo podemos mejorar continuamente. Dos talleres brindaron oportunidades para que esas categorías de liderazgo se mezclaran y pudieran aprender unos de otros. Se dedicó un taller a las localidades, de modo que cada una pudiera hacer una lluvia de ideas como entidad geográfica. La suma de estos nueve talleres y las cuatro presentaciones generales basadas en la misión, proporcionaron tiempo suficiente para que todos los participantes exploraran cómo podemos vivir, dirigir, discernir y colaborar más plenamente a través de nuestro carisma propio.
También nos reunimos para orar en familia. “El punto culminante de cada día para mí fue la Eucaristía. Nada en el mundo puede compararse a tener cincuenta sacerdotes legionarios de Cristo concelebrando misa con cien consagrados y laicos participando activamente. La vitalidad y el poder de la Misa fueron insuperables en su intensidad. Se sentía como si estuviéramos en el centro de una planta de energía nuclear que irradiaba el amor de Dios al mundo”, afirma Hope Hirshorn, directora del Regnum Christi en el área triestatal de Nueva York, Estados Unidos.
El objetivo final de esta conferencia, enfocada en el carisma y la colaboración, fue lanzar la primera etapa del camino hacia la Convención General Regnum Christi que se celebrará en Roma en abril de 2024. Si bien nuestra misión de evangelizar sigue siendo la misma, siempre debemos estar abiertos a nuevas formas de compartir la Buena Noticia a medida que el mundo y las circunstancias cambian. Ahora que todos han regresado a sus respectivas localidades, cada uno se encargará de construir y mantener en sus lugares comunidades de apóstoles que vibran. Todos los miembros de Regnum Christi tendrán la oportunidad de discernir cómo vivir nuestra misión apostólica en el propio contexto, de desarrollar un plan para hacer presente a Cristo en sus circunstancias, y vivir el plan como una localidad próspera. Parte de este proceso será que cada miembro participe en el nuevo registro nacional, el cual dará a todos la oportunidad formal de votar por representantes de cada localidad para asistir a la Convención General. Finalmente, “todos los caminos llevarán a Roma” en abril de 2024, cuando los delegados elegidos se reunirán como una familia de fe para seguir discerniendo y explorando cómo vivir juntos esta misión extraordinaria.
Este artículo fue publicado originalmente por Regnum Christi Aréa Tri-Estatal de Nueva York.