- Creo que la música es un medio de evangelización muy poderoso, porque por alguna razón podemos acordarnos de canciones que escuchamos años atrás, y qué mejor que ese mensaje contenga las verdades de nuestra fe.
- Dios me llama para ser de Él, pero me llama a vivir junto con mis hermanas. Las consagradas son como un ancla que me mantiene cerca de Dios, me dan ánimos y están ahí para apoyarme cuando el trabajo o la vida se vuelve muy pesada.
- ¡Gracias a todas las personas que alguna vez han rezado “por las vocaciones a la vida consagrada”, porque esas “vocaciones” tienen nombre y apellido y necesitan de oraciones!
Vale Martínez nació hace 29 años en un ambiente laico: colegio laico y unos padres que no eran cercanos a la fe. Sin embargo, nos cuenta cómo Dios se hizo presente en su camino cuando quiso dedicar un tiempo a los más necesitados: “Mientras más conocía a Dios y me iba involucrando en la parroquia donde ayudaba, sentía una felicidad que nunca había sentido antes (…) con el tiempo, entendí que Dios no me pedía ‘momentos de mi día’, sino que toda mi vida fuera con Él y para Él”. De su familia nos cuenta que la admira profundamente “porque, aunque no practican ni apoyan la religión católica, tienen una frase que ha sido el fundamento: ‘Tu felicidad es la nuestra”. Vale, el 29 de diciembre, emitirá sus votos definitivos como consagrada del Regnum Christi.
¿Cómo conociste a Jesús? ¿Y el Regnum Christi?
Cuando estaba en bachillerato, formé junto con otras amigas un grupo de acción social para ayudar a las personas necesitadas en mi ciudad. Una de esas amigas me invitó a participar en las actividades de su parroquia y así, a los 17 años conocí a Dios. Providentemente, los años en que estuve en esa parroquia, las consagradas que estaban haciendo su formación en Monterrey, iban a esa parroquia a hacer su apostolado. Y así, conocí el Regnum Christi.
Cuando entré en el candidatado recuerdo sintiéndome un “pez en el estanque correcto”.
¿Cómo te dijo el Señor que te quería consagrada en el Regnum Christi? ¿Fue de repente? ¿Te habló Jesús al corazón?
Mientras más conocía a Dios y me iba involucrando en la parroquia, sentía una felicidad que nunca había sentido antes. Participaba en grupos de formación, oración y misiones… con el paso del tiempo, fui entendiendo que Dios no me pedía “momentos de mi día” sino que toda mi vida fuera con Él y para Él. Entonces, empecé un proceso de discernimiento y aquí estoy nueve años después.
¿Cuál ha sido el papel de tu familia en tu vocación?
Importantísimo. Admiro profundamente a mi familia porque, aunque no practican ni apoyan la religión católica, tienen una frase que ha sido el fundamento de esta historia: “Tu felicidad es la nuestra”. Siempre me han apoyado y aunque les cuesta que yo esté lejos en un estilo de vida como el que tenemos, nunca han dejado de apoyarme.
Emitir los votos definitivos, podría decir, es una celebración donde el motivo de la fiesta es la bondad y fidelidad de Dios.
¿Y el de la música? ¡Háblanos un poco de tus composiciones musicales!
¡La música! Pues es algo que he ido descubriendo con el paso del tiempo. Siempre me ha encantado la música. En el candidatado a aprendí a tocar la guitarra, 5 o 6 acordes y así me convertí en “bateador emergente” cuando no había nadie que tocara en misa.
En mis años de formación en Madrid, descubrí que algunas veces, la mejor manera de expresar lo que rezaba o sentía era por medio de la música, como si pudiera ponerle una melodía a la felicidad que sentía o al momento difícil por el que estaba pasando.
Creo que la música es un medio de evangelización muy poderoso, porque por alguna razón podemos acordarnos de canciones que escuchamos años atrás, y qué mejor que ese mensaje contenga las verdades de nuestra fe. Espero que el Espíritu Santo siga inspirando cantos para darle gloria a Dios a través de ellos.
¿Puedes destacarnos dos canciones?
Sí. Una de ellas es “Él es poderoso (Magníficat)”. La compuse en Monterrey, en 2022. Me encantaría decir que yo lo escribí, pero simplemente fue ponerle música a la oración bellísima de la Virgen. El Magníficat es un cántico que me ha acompañado a lo largo de estos 8, 9 años. En los momentos de mucha alegría “proclama mi alma la grandeza del Señor…”. Pero, especialmente en los momentos duros, esta oración suena como música de fondo con más fuerza “proclama mi alma la grandeza del Señor…”.
Dios no se hace pequeño cuando la vida se pone difícil, Él permanece fiel, firme, cercano, ¡GRANDE! No deja de mirarnos, de sostenernos, de amarnos. Y por eso espero, que mi vida entera pueda ser una proclamación de lo grande que es nuestro Señor.
Y la otra es “Espíritu de Dios”. Es una canción que el Señor me regaló en un momento muy especial: dos días antes de escribirla había terminado el último de mis tres años en la Academia. Después de meses muy pesados (COVID) y cerrar con un mes entero de viaje con las niñas. En el verano del 2021, llegué a Roma para empezar Ejercicios de mes, esto significa pasar del 100% de la intensidad de vivir en la Academia, al 100% de intensidad espiritual en medio del silencio, en un lapso de tres días. Mi mente decía “no quiero”, pero al escribir esta canción estaba claro que mi corazón decía “es lo único que necesito.” Y con este canto, el Señor me preparó para el regalo de empezar este largo tiempo de oración.¿Cómo fue tu ingreso a la vida consagrada en el Regnum Christi?
Recuerdo ese momento sintiéndome un “pez en el estanque correcto.” Me parecía increíble estar con otras candidatas que sentían el mismo deseo que yo por ser toda para Dios. Al mismo tiempo tiene su reto y don, de empezar a vivir con personas de culturas diferentes a la mía, aprendí muchísimo.
Me conmueve mucho ver como de cada momento bueno o malo, Él ha sacado siempre un bien.
La comunidad de consagradas en la que uno vive también juega un papel importante en el discernimiento de la propia vocación. ¿En qué te ha ayudado?
Aunque la vida comunitaria tiene sus retos, creo que si no viviera en comunidad no podría ser consagrada. Dios me llama para ser de Él, pero me llama a vivir junto con mis hermanas. Ellas son como un ancla que me mantiene cerca de Dios, quienes me dan ánimos y están ahí para apoyarme cuándo el trabajo o la vida se vuelve muy pesada. Y definitivamente, también son un descanso.
¿Y el resto de la familia Regnum Christi: legionarios, laicos consagrados y laicos?
Pasan los años y no dejo de sorprenderme de que Dios ponga alrededor del mundo a tantas personas con esta urgencia y fuego en el corazón porque Cristo reine. La familia del Regnum Christi es justo eso, ¡familia! Es verdad que la misión es muy grande, pero también es un regalo tener la seguridad de que esta misión la hacemos en equipo entre la familia del Regnum Christi y los miembros de la Iglesia Universal.
¿Qué supone para ti emitir los votos definitivos?
Es un paso importante en el camino que Dios me invita a seguir para llegar al cielo. Podría decir que es una celebración donde el motivo de la fiesta es la bondad y fidelidad de Dios. Es la confirmación por parte de la Iglesia y también de mi propia historia del llamado que Dios me ha hecho. Y mi pequeño “sí, para siempre” es la respuesta a un “SÍ” mucho más grande que Él ha dado primero.
Mi oración en estos momentos es un Magníficat junto con la Virgen María.
¿Cómo te sientes en estos momentos? ¿Miedo? ¿Agradecimiento?
¡Muuuy feliz! Y al mismo tiempo, me da mucha ilusión pensar en la alegría que Jesús también siente. Yo he estado esperando este momento y estoy segura de que Él también lo ha estado esperando. Siento una profunda paz por todos los años de preparación que ha habido para dar este paso. Y agradecida con tantas y tantas personas que han sido clave para yo pueda dar esta respuesta. ¡Gracias a todas las personas que alguna vez han rezado “por las vocaciones a la vida consagrada” porque esas “vocaciones” tienen nombre y apellido y necesitan de oraciones! Qué Dios se los pague.
¿Cuáles son las certezas que te permiten dar este sí para siempre?
Aquí le copiaré a San Pablo, quién desde la cárcel dijo: “Sé en quién he puesto mi confianza” (2Tm 1, 2). Yo no podría decir “para siempre” si no estuviera segura de que la persona que me ha llamado es quién más me conoce y ama en el mundo. Quien cumple todas sus promesas. Ese Alguien que estará conmigo todos los días, hasta el fin del mundo” (Mt 28, 20).
Me encantaría ser parte de la vida de un cole y así, poder ser parte de las familias que lo integran.
¿Crees que cambiará tu relación con Cristo después de la emisión de los votos definitivos?
La verdad, no creo que sea un cambio muy drástico, Jesús no me va a querer más por haber hecho mis votos definitivos. Aunque yo, con el paso del tiempo me voy sorprendiendo más de lo mucho que me quiere, me maravilla ser testigo de lo que va haciendo en la vida de las personas que están a mi alrededor. Y solo espero poder ser cada día un poco más como Él.
¿Cómo contemplas el tiempo desde que dijiste que sí a Dios hasta ahora, que estás en vísperas de emitir tus votos definitivos?
Es como mirar atrás y no poder parar de contar las bendiciones que Dios me ha regalado en estos años. Me conmueve mucho ver como de cada momento bueno o malo, Él ha sacado siempre un bien. Y mirando atrás vienen muchos, muchos recuerdos de momentos de risas y disfrutar de las cosas sencillas de la vida con personas muy queridas.
¿Cómo es tu oración en estos días?
Es un Magníficat junto con la Virgen María. Creo que es muy providencial tener estas últimas semanas de preparación junto con el tiempo de Adviento, esperando el nacimiento de Jesús.
¿A qué te gustaría dedicarte en un futuro como consagrada?
Aprendí y disfruté mucho los años que estuve en la Woodlands Academy. Me encantaría ser parte de la vida de un cole y así, poder ser parte de las familias que lo integran.
Pim, pam, pum…
- El pasado: momentos con personas increíbles.
- El presente: disfrutar las cosas pequeñas.
- El futuro: llegar al cielo con mucha gente.
- Familia: querer tenerlos siempre cerca.
- Laico: apóstol en medio del mundo.
- Legionario de Cristo: puente a Dios.
- Consagrada: hermanas y amigas.
- Laico consagrado: detallistas.
- Votos definitivos: ¡Gracias a Dios!
- Comunión: Un deseo del corazón.
- Misión: ¡Que Cristo reine!
- Jesús: Esposo.
- Casa: Sagrario.
- Amigos: Abrazo de Dios.
- Anillo: Fiat.
- Trabajo: Pasión.
- Iglesia: Casa de todos.
- Vida: Para darla.
- Apostolado: Me encanta.
- España: Pasión.
- Descanso: Comunidad.
- Un libro: El precio a pagar, de Joseph Fadelle
- Una película: La cabaña / The shack.
- Una canción: We dance, Bethel Music.
- Tu color preferido: Rosa.
- Tu número favorito de los Estatutos del Regnum Christi: 7. Buscamos dar gloria a Dios y hacer presente el Reino de Cristo en el corazón de los hombres y en la sociedad, por la propia santificación en el estado y condición de vida al que Dios nos ha llamado, y por una acción apostólica personal y comunitaria.
- Tu número favorito de las Constituciones de las Consagradas: 39. §1. En la ancianidad y en la enfermedad las consagradas viven su consagración y misión unidas a Cristo sufriente, siendo conscientes del valor redentor que el sufrimiento tiene para la salvación de las almas. Por eso: §3 las consagradas, con gratitud y caridad, prestan especial atención hacia las consagradas ancianas que han gastado su vida y sus fuerzas al servicio del Reino de Cristo en la Sociedad.
- Tu santo favorito: San Pedro Apóstol.