Victoria nació en Minnesota, Estados Unidos, y este verano cumplirá 10 años como consagrada del Regnum Christi. Está terminando bachiller en Teología en la Universidad Eclesiástica de San Dámaso, mientras estudia ADE en la UFV, y colabora puntualmente en campamentos, Caminos de Santiago y misiones, especialmente durante los veranos. Su experiencia universitaria, la describe como una “fuente de alegría y empuje en la vivencia de mi vocación”. Y con la mirada puesta en la misión cuenta satisfecha: “Mis estudios en administración me están dando bases para poder ayudar a lanzar a muchas consagradas a la misión de llevar el amor de Dios a las personas”.
Cuando te consagraste ¿pensaste en alguna ocasión que también ibas a estudiar en algún momento una carrera civil?
Al discernir la vida consagrada, ofrecí muy conscientemente a Dios la posibilidad de estudiar una carrera civil. Nunca pensé que Dios me devolvería esta ofrenda. Veo muy claramente que cuando Dios nos llama, nos llama con todo lo que somos y no deja fuera ningún don.
“Cuando Dios nos llama, nos llama con todo lo que somos y no deja fuera ningún don”
¿Cómo surgió la posibilidad de estudiar carrera civil? ¿Por qué escogiste precisamente el grado de Administración de Empresas?
Después de emitir los votos definitivos, tenemos un tiempo para finalizar nuestros estudios en Teología. Vi la posibilidad de extender este tiempo para incluir los estudios en Administración de Empresas. En cada territorio hay una consagrada que presta el servicio de gestionar económicamente la acción y patrimonio de las consagradas y quería estar disponible para prestar este servicio. Vi la importancia de estar formada para poder prestar un servicio más eficaz y sólido.
¿Qué expectativas apostólicas buscas con estos estudios además de colaborar en la gestión del patrimonio de las consagradas?
Mi mayor deseo es apoyar a mis hermanas consagradas en sus necesidades económicas y con ello contribuir a que puedan cumplir su misión. Pero si surge la necesidad, también me encantaría apoyar a la Iglesia de cualquier manera en este campo.
“Yo sé que mis estudios en administración me están dando bases para poder ayudar a lanzar a muchas consagradas a la misión de llevar el amor de Dios a las personas”
¿Cómo ha influido tu formación pedagógica, humanística, teológica… en tu vida apostólica hasta el momento presente? ¿Qué le aporta la formación en administración?
Como consagradas somos de alguna forma la cara de la Iglesia para muchas personas. En mi trabajo con adolescentes, he visto su sed de Dios y de conocimiento de la verdad. Mis estudios en Teología me han dado bases para esta misión de dar a conocer a Dios cuyo deseo es revelarse a nosotros y compartirnos su vida. Muchas veces se sirve de personas para que este mensaje de amor incondicional llegue a las personas.
Yo sé que mis estudios en administración me están dando bases para poder ayudar a lanzar a muchas consagradas a la misión de llevar el amor de Dios a las personas.
¿Cómo es tu presencia como consagrada en la universidad?
Sumergirme en la vida universitaria para mí también ha sido una fuente de alegría y empuje en la vivencia de mi vocación. Somos apóstoles en cada momento y aún sin tener un apostolado concreto yo me siento testigo de Cristo. En mis clases, trabajando con mis compañeros, compartiendo la alegría que llevo dentro y caminando con ellos en esta etapa de su vida… ¡No se puede fragmentar la vida del apóstol! Soy apóstol y espero que toda mi vida lo transmita.