María Florencia Vicuña nació en Concepción y es la mayor de cinco hermanos. Conoció al Regnum Christi en un viaje a Europa, en el que unas niñas la invitaron a participar en un Encuentro con Cristo. Una vez de regreso, siguió asistiendo porque estaba buscando una instancia para crecer en su relación con Cristo, alimentar su fe y hacer algo por los demás.
Florencia trabaja actualmente con los jóvenes del Regnum Christi de Buin (Chile), y en la pastoral del Colegio San Isidro, en el que da clases de formación católica, hace acompañamiento espiritual, organiza los retiros y jornadas de formación espiritual.
¿Cómo fue tu proceso de discernimiento?
Poco a poco fui dedicando más y más tiempo a mi vida espiritual y apostólica en el RC. Me fascinaba el estilo de vida de Cristo y lo veía reflejado en la vida de las consagradas que estaban en Chile. Me fui de colaboradora a Madrid y ahí descubrí que Cristo me quería toda para Él, me invitaba a vivir con Él y acompañarlo activamente en su misión, en el Regnum Christi.
¿Cómo se vive la vocación de consagrada en el mundo actual?
En primer lugar, buscando ser mujeres de Dios, de oración y contemplación, dejándonos mirar por Él, aprendiendo a mirar como Él a las personas y las realidades. Compartiendo la alegría de pertenecer total y exclusivamente a Cristo y de dedicar nuestra vida a la misión que Él tuvo: anunciar su Reino.
Buscamos conocer y amar a quienes acompañamos y, comunicarles el amor tan personal y real que Dios les tiene. Esto se desarrolla escuchando mucho, y también compartiendo la fe con sencillez, alegría y valentía. Es importante ir buscando caminos para dar a conocer a Cristo y aprender de cada persona que Dios nos pone en el camino, ayudándoles a encontrar el plan de Dios para sus vidas, y así también su felicidad.
Queremos estar presentes de forma activa en diversos ámbitos de la sociedad, según el apostolado específico que tengamos, para así contribuir con los propios talentos y carismas a la cristianización del mundo.
Como directora de sección de jóvenes de Buin, ¿qué le entrega el Regnum Christi a un joven o adolescente de hoy?
Un camino y espacio para crecer en la fe y compartirla con alegría, confianza y valentía. Le entrega una comunidad donde fortalecerse y con quienes vivir su vocación cristiana. En el RC los jóvenes se reconocen hijos amados de Dios, invitados a seguir a Cristo de una manera libre, creativa y generosa. Encuentran la alegría de ser cristianos y de invitar a otros a vivir con Él.
Les ofrece un acompañamiento para que descubran el fascinante plan de Dios para sus vidas. En el RC el joven tiene la oportunidad de conocerse y formarse como líder cristiano auténtico y alegre, para que en todos los ámbitos de su vida sea un testigo de Cristo al servicio de los demás.
¿Cómo se evangeliza a los jóvenes y adolescentes de hoy?
Buscan ser reconocidos, valorados y aportar con lo que son. Creo que hay un anhelo de un Dios que ame, perdone, sane, confíe y cuente con ellos.
Tienen una gran capacidad de entrega y dedicación al servicio de los más necesitados y muchas veces en este servicio descubren a Dios en aquellos que tienen muy poco de lo material, pero viven con una gran fe.
Pienso que para evangelizar a los jóvenes tenemos que aprender de Jesús su modo de tratar y acompañar a los demás. Llevar a los jóvenes a Él, sin miedo de enseñarles a orar y estar con Cristo. Es clave el ayudarles a conocerse, quererse y a mejorar como personas. También a hacer proyectos con ellos, dándoles protagonismo, sin dejar de acompañarlos y guiarlos.
Este artículo fue publicado originalmente por Regnum Christi Chile.