Con más de 40 años consagrada a Cristo en Regnum Christi, Marta Mijangos ha encontrado en la educación y el acompañamiento personal un camino para servir a los demás. Desde muy joven sintió una fuerte inclinación hacia los estudios, pasión que con el tiempo se ha transformado en una vocación dedicada a la formación integral del ser humano y que hoy sigue dando fruto.
Hacia el conocimiento y el servicio
“Desde pequeña manifesté una inclinación gozosa a los estudios, disfrutaba abrirme a la vida descubriendo ventanas al mundo a través del conocimiento”, comparte Marta al reflexionar sobre sus primeros años. En su juventud, esta pasión cristalizó en un firme deseo de hacer algo grande con su vida, de entregarla completamente a Dios, a quien considera “dueño y Señor” de su vida y de su historia.
A lo largo de los años, su interés por el conocimiento se centró en el ser humano, guiada por la convicción de que “la educación es el arte de ayudar a crecer”. Marta considera que todas las dificultades pueden ser oportunidades de crecimiento cuando se enfrentan con creatividad, esfuerzo y con la guía de Dios. “Crecer y ayudar a crecer ha sido el motor que ha impulsado esta inquietud”, afirma con determinación.
Logros en el ámbito académico y espiritual
Marta ha trabajado en diversos proyectos e instituciones académicas a lo largo de su vida, pero lo más significativo para ella ha sido descubrir que “la búsqueda de la calidad y excelencia en el servicio ofrecido debe estar cimentada e integrada con el propósito superior”. Para ella, la educación debe ayudar a cada persona, sea niño, joven o adulto, a encontrar sentido trascendental a su vida, descubrir su misión y capacitarse para asumirla con responsabilidad y entusiasmo.
“Desde que Cristo se encarnó, el Reino de Dios ya es una realidad en nosotros y entre nosotros. Es don de Dios y tarea nuestra ir limpiando los ojos del corazón para contemplarlo”, reflexiona Marta, que ha visto el Reino de Dios manifestarse en los equipos de trabajo que ha dirigido, donde ha experimentado la unidad y el espíritu de comunión como un verdadero regalo divino.
Dirigiendo API: Acompañamiento Personal Integral
Hoy, Marta Mijangos dirige la Institución API (Acompañamiento Personal Integral), una organización dedicada a promover el amor incondicional de Cristo en el mundo empresarial. ”API es una institución surgida del Corazón de Jesús para promover en el mundo de la empresa el Amor que Él experimenta por cada ser humano”, explica Marta. API tiene como misión que cada colaborador y miembro de una empresa se sienta amado de manera absoluta, permitiendo así que su personalidad florezca y se integre plenamente. Marta enfatiza que el acompañamiento de API no se basa en predicar o enseñar catecismo de manera directa: “El consejero API acompaña, camina al lado del otro; no va delante, no va arriba, tampoco atrás, sino hombro con hombro como peregrinos que luchan cada día por avanzar y crecer con la esperanza de alcanzar el cielo”.
API también es una comunidad de consejeros corporativos que ofrece acompañamiento integral a empresas y sus colaboradores. Desde su llegada a API, Marta ha trabajado para consolidar la institución, buscando, seleccionando y asegurando la formación inicial y continua de los consejeros, además de fortalecer el sentido de comunidad entre ellos. “Nuestra misión es trascendental y sobrenatural, y el bien, para que sea realmente bien, hay que hacerlo bien, afirma Marta, convencida de la importancia de mantener la calidad en el servicio que brindan.
Una visión transformadora para el futuro
Marta cree firmemente que la empresa es una de las columnas de la sociedad y uno de los campos privilegiados de la nueva evangelización. Desde su rol como directora de API, Marta se ha encargado de sistematizar los procedimientos para informar a las empresas sobre los avances de la consejería, mantener comunicación con los empresarios, y promover el servicio a nuevas compañías. “No cabe duda de que Dios quiere que el servicio de consejería llegue cada vez más a un mayor número de empresas, pues a pesar de nuestra pequeñez, vamos avanzando y el Señor va actuando, va produciendo los frutos”, expresa Marta con fe.
Compromiso con la misión
La trayectoria de Marta Mijangos es reflejo de cómo el acompañamiento puede ser una herramienta poderosa para transformar vidas. Su enfoque no solo se limita al ámbito empresarial, sino que se extiende a todos los aspectos de la vida humana, reflejando así su convicción de que la educación, la formación y el acompañamiento deben estar siempre al servicio del crecimiento personal y espiritual. Para ella, “el mayor don es haber sido llamada a trabajar en sSu viña”. Su liderazgo en API y su dedicación a la formación de personas y empresas muestran cómo su vida ha sido guiada por el amor a Dios y la visión de ayudar a los demás a encontrar su camino.
En continuo crecimiento
Marta Mijangos continúa trabajando con la esperanza de que el acompañamiento integral llegue a más personas y empresas. Su labor es un reflejo del amor de Cristo por cada ser humano y un compromiso con la evangelización en el ámbito empresarial. “Dios quiere que el servicio de consejería llegue cada vez más lejos, y nosotros, con humildad, seguimos avanzando, confiando en que el Señor sigue guiando nuestros pasos”, concluye Marta con una sonrisa.