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“Señor, tú sabes que te quiero”: emisión de votos temporales de Consagradas del Regnum Christi en Monterrey

El sábado 19 de agosto al mediodía, se llevó a cabo la celebración eucarística donde emitieron sus votos temporales Amanda Alves (Brasil) y Marta Romero (España), después de haber concluido los dos años de candidatado en el centro de formación de las consagradas en Monterrey, México.

Con gran alegría se reunieron familia y amigos para celebrar la consagración de Amanda y Marta quienes, respondiendo a la voz de Dios, han querido dar un “sí” generoso y lleno de amor, luego de haber recorrido un largo camino de discernimiento y de abrir su corazón al Espíritu Santo para decir junto con María: “hágase en mí según tu palabra”.

Momentos previos de gran reflexión.

Ser consagrada es tener la mirada fija siempre en Cristo, permanecer al pie de su cruz, dejarse cubrir por su amor misericordioso y recoger de su costado los tesoros del Reino para llevarlos a los hombres como madre espiritual y fecunda.

Con gran alegría entregan su vida a Cristo.

Las candidatas a consagrarse expresaron su determinación de abrazar y seguir la vida de castidad, pobreza y obediencia que Cristo y María eligieron para sí, y su decisión de gastar su vida con generosidad al servicio de Cristo.

Emitieron también las promesas propias de la sociedad de vida apostólica de las consagradas del Regnum Christi, de vivir la misión de extender el Reino de Cristo con actitud de servicio, humildad y disponibilidad, así como vivir el espíritu de comunión en la familia del Regnum Christi en la Iglesia.

Entregando su ofrenda en el altar.

En la homilía el P. Ignacio Buisán, L.C., recalcó el evangelio que eligieron para ese día tan significativo y trascendente en sus vidas, el cual termina con una palabra: “sígueme”.  Hizo alusión a las veces que el apóstol Pedro escuchó esta palabra dirigida a él por parte de Jesús.

Recordó que la segunda vez que fue llamado a seguir a Cristo, Pedro pasó por la prueba del amor, tuvo que descubrir primero y aceptar que su amor hacia Jesús era sincero, auténtico, imperfecto, y tuvo que aprender a aceptar esa imperfección que era asumida y abrazada por Jesús que ahora le confiaba una misión: “apacienta, pastorea”.

Los celebrantes acompañando a las nuevas consagradas.

El P. Ignacio compartió que Marta y Amanda al emitir sus votos con su amor sincero y auténtico pero imperfecto, le dicen a Jesús:

“Tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero, tú sabes que mi amor imperfecto pero sincero me ha ido llevando a aceptar tu invitación y que ese sígueme nos ha ido llevando a la vida consagrada, a una vida enteramente dedicada a ser tuya para que, por medio de mi persona, Tú hagas ver tu santidad y eso a pesar de mi defectuosidad”.

P. Ignacio Buisán, L.C.

Por eso ese sígueme que Jesús les dirige en realidad significa déjame hacer mi obra en ti, confía, déjame modelar ese corazón de piedra para que llegue a ser un corazón de carne, un corazón que tenga los mismos sentimientos de Jesús. El llamado a seguirle dejando todo es más el dejarse a sí mismo, es morir a nosotros mismos para ser portadores de vida y mensajeros de palabras de vida eterna a esas ovejas que Jesús les confía.

Una gran comunidad de consagradas compartiendo el amor a Dios.

Compartiendo con sus directoras la alegría de la unión con Cristo.

El celebrante terminó su predicación invitando a todos los presentes a unirse en oración, con alegría y en acción de gracias a ese sí, a ese sígueme que Jesús hace para que Dios que comenzó en ellas la obra buena, la lleve a término.

Bellos cantos se entonaron en español y portugués.

“Haz que sean siempre fieles a Cristo, su gran amor, que amen a la Iglesia con una caridad activa y que sirvan a todos los hombres con amor sobrenatural siendo para ellos testimonio de los bienes futuros”.

P. Ignacio Buisán, L.C.

Paz y felicidad en plenitud.

En la oración de los fieles, se elevó una plegaria de acción de gracias a Dios por todas las personas que han acompañado y sostenido a Marta y Amanda en su camino: familiares, amigos, formadoras, sacerdotes; por medio de sus oraciones, presencia, amistad, consejo y acompañamiento.

Familia y amigos acompañaron a las nuevas consagradas.

“Estoy muy feliz, Dios me llama a amarle cada día más a Él y a acercar a su amor a muchas almas”.

Marta Romero

“La misa fue estar en el cielo, llegar aquí es un regalo para mi vida. Dios me llama a seguir muy fiel a Él y ser esa consagrada que es muy amada”.

Amanda Alves

Unidas siempre a los pies del Señor.

Pidamos a Dios Padre por estas hermanas nuestras, para que cumplan fielmente los deberes de la vida consagrada que recién inician y le sirvan siempre con libertad de corazón.

Este artículo fue originalmente publicado por Regnum Christi México.